Retira las semillas y pélalos bajo un chorro de agua fría.
Macera los chiles en vinagre con sal durante 20 minutos.
Escúrrelos y retira el pedúnculo.
Rellénalos con queso y colócalos en un refractario engrasado.
Hornea a 180 °C (350 °F) durante 15 minutos o hasta que el queso gratine.
Retira del horno y báñalos con media crema.
Decora con rebanadas de jitomate antes de servir.