En otro plato, coloca la harina de trigo y, en un tercero, las migas de hojuelas de maíz.
Corta el tallo de los champiñones, dejando aproximadamente ½ centímetro.
Enharina cada champiñón, sumérgelo en la mezcla de huevo y luego pásalo por las hojuelas de maíz hasta cubrirlo completamente.
Calienta abundante aceite en una sartén de fondo grueso a fuego medio (unos 5 cm de profundidad).
Fríe los champiñones en tandas, dorándolos durante aproximadamente 1 minuto por cada lado.
Retíralos con una espumadera y escúrrelos sobre papel absorbente.
Espolvorea con sal y sírvelos calientes, acompañados de limón.