Mezcla la crema de leche con la mostaza, la pasta de ajo, sal y pimienta.
Engrasa moldes individuales y coloca un langostino en cada uno, cubre con la crema y espolvorea queso holandés rallado.
Gratina en horno precalentado a 180 °C hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
Sirve bien caliente como entrante especial.