Tritúralas y mezcla en un bol grande con el ajo machacado, los chalotes en rebanadas finas, el perejil picado, la sal y la pimienta negra.
Forma 16 tortitas de aproximadamente 8 mm de grosor y espolvoréalas con harina.
Refrigera las tortitas durante una hora para que tomen consistencia.
Fríelas en aceite de oliva caliente hasta que estén doradas y crujientes por ambos lados.
Escurre y sirve caliente.