Unta el solomillo con aceite de oliva y cúbrelo generosamente con pimienta negra recién molida y sal.
Envuelve la carne en papel aluminio y colócala en una bandeja para horno.
Hornea aproximadamente una hora por cada kilo de carne.
Deja enfriar en la misma bandeja, sin quitar el papel, para que retenga sus jugos.
Cuando esté templado, desenvuelve y corta en lonchas finas.
Sirve frío, acompañado de ensalada o patatas cocidas.