Pica la cebolla, los ajos, el perejil y el cilantro. Añádelos a los garbanzos junto con la levadura y el comino. Salpimenta al gusto y vuelve a triturar para integrar bien los sabores.
Refrigera la mezcla durante una hora para que tome consistencia.
Forma bolas pequeñas o discos con la masa. Si está muy blanda, añade un poco de harina.
Fríe los falafel en abundante aceite caliente hasta que estén dorados por ambos lados.
Déjalos reposar sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Sirve calientes, acompañados de salsa de yogur o tu guarnición favorita.