En una olla grande, cuece 1 kg de costillas de cerdo con 1 litro de agua, 1 cucharadita de sal y 100 g de piloncillo (o azúcar morena) durante 45-50 minutos, o hasta que estén tiernas. Escúrrelas y reserva.
En otro recipiente, mezcla una taza de salsa de tomate, media taza de jugo de naranja, una cucharadita de pimienta negra molida y una cucharadita de sal.
Precalienta el horno a 180°C. Engrasa un refractario y coloca las costillas cocidas. Baña con la salsa preparada.
Pela y corta 4 papas medianas en rodajas o cubos, mézclalas con la salsa en el refractario y distribúyelas alrededor de las costillas.
Hornea durante 35-40 minutos, o hasta que las costillas estén doradas y las papas tiernas. Si la salsa se reduce demasiado, puedes añadir un poco de caldo de pollo o agua durante la cocción.
Sirve caliente, acompañado de una ensalada fresca de lechuga, jitomate, cebolla y pepino.
Acompaña con pan de ajo y un vaso de vino tinto para completar la experiencia.