En una sartén grande con mantequilla, saltea el pollo hasta que esté dorado.
Añade el pimentón, cebollín, calabacines, ajo porro y zanahoria, salteando a fuego alto para que queden crujientes.
Agrega la coliflor hervida, la salsa de soja y la tableta de caldo, removiendo bien.
Cocina unos minutos hasta que todo esté bien integrado y la salsa haya reducido.
Sirve caliente, acompañado de arroz blanco o fideos.